REDUCCIÓN DE PECHO

MAMOPLASTIA DE REDUCCIÓN

Existen diversos motivos por los que muchas mujeres deciden hacerse una reducción de pecho. Sin embargo, las razones no son únicamente estéticas, sino también de salud. Unos senos excesivamente grandes pueden resultar incómodos, limitar ciertas actividades, causar dolor de espalda y, en consecuencia, provocar complejos.

El motivo sea cual sea, con una mamoplastia de reducción, o reducción de mamas, te ayudaremos a sentir mejor contigo misma. El principal objetivo de esta cirugía es modificar el tamaño y forma del pecho para que se ajuste a los requerimientos de la paciente.

La intervención consiste en eliminar la grasa, el tejido glandular y el exceso de piel de cada seno, reduciendo su volumen y forma, haciéndolos más firmes y turgentes. Además, esta cirugía de mamas suele estar acompañada de una mastopexia o elevación de pecho.

En algunos casos la reducción de pecho y elevación se puede realizar combinando un implante (prótesis) con lipofilling (Lipomastopexia), mejorando así los resultados estéticos.

PRECIO

PRECIO

DESDE 5.900€

DURACIÓN

DURACIÓN

3 HORAS

ANESTESIA

ANESTESIA

GENERAL

RESULTADOS

RESULTADOS

6 A 12 MESES

PRECIO

DESDE 5.900€

DURACIÓN

3 HORAS

ANESTESIA

GENERAL

RESULTADOS

6 A 12 MESES

ANTES Y DESPUÉS

La confianza de nuestros pacientes se extiende al post operatorio, cuando nos permiten compartir sus antes y después para que otras personas puedan ver nuestro trabajo. El único retoque de estas imágenes es el de la tinta de los tatuajes y los lunares de la piel, borrados para proteger la privacidad de nuestros pacientes.

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Mamoplastia reductiva

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Mamoplastia reductiva

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PREGUNTAS FRECUENTES

Normalmente, la reducción de pecho suele durar entre 2 y 3 horas.

La intervención se suele realizar bajo anestesia general. No obstante, en la cirugía de recambio de prótesis se podrá valorar la opción de la anestesia locoregional más una sedación.

Pasados 7-14 días tras la intervención la paciente podrá volver a su rutina diaria. Dependiendo del tipo de intervención y del tipo de trabajo a desempeñar. Las pautas para volver a realizar ejercicio físico se establecerán con el cirujano.

Es necesario estar como mínimo entre 6 y 7 horas en ayunas (ni comida ni bebida) antes de la hora de la cirugía. También se debe evitar llevar metal en contacto directo con el cuerpo (como pendientes, cadenas, relojes, anillos, etc) y acudir con la cara limpia, sin maquillaje o esmalte de uñas.

Se necesitará una analítica de sangre, un electrocardiograma y en algunos casos una placa de tórax. Dependiendo de la edad de la paciente o de la familiaridad de algunas patologías se pedirán una ecografía mamaria, una mamografía o una resonancia magnética.

Antes de la cirugía se recomienda no fumar o tomar medicamentos que pueden alterar la coagulación de la sangre (como algunos analgésicos o algunos productos naturales). En pacientes que habitualmente suelen tomar anticoagulantes, será el médico quien indicará la suspensión.

Dependiendo del tipo de técnica o cirugía el postoperatorio puede variar, pero en general las molestias tras una mamoplastia reductiva se controlan fácilmente con analgésicos.

Durante un mes tras una reducción de pecho no se podrá realizar esfuerzos o actividades físicas intensas. También se deberá llevar sujetadores específicos que serán proporcionados por el médico. En algunos casos, se recomendará la aplicación de frío mediante Hiloterapia.

Un buen postoperatorio, respetando las pautas, evita complicaciones futuras y garantizará una recuperación más rápida y mejor resultado. En la cirugía de elevación de pechos el consumo de tabaco influirá en las cicatrices más que en otras intervenciones.

Dependiendo del tipo de intervención será necesaria la hospitalización de 24h o podrá realizarse de forma ambulatoria.

Tras una cirugía de pecho la mejor posición para dormir, al menos durante la primera semana, es boca arriba, manteniendo la cabeza más alta del tórax. Para mayor comodidad y facilitar esta postura se pueden usar almohadas. El cirujano indicará el momento para volver a ponerse de lado.

El resultado de la reducción de pecho se empieza a apreciar a partir de la cuarta semana desde la intervención, una vez la piel se haya relajado. Aunque irá mejorando durante los siguientes tres meses, se deberá esperar que transcurra el periodo de maduración de las cicatrices, que en el caso de los pechos será entre 6 y 12 meses.

Sin problema. En caso de querer ganar volumen, la lipotransferencia se puede complementar con un implante, ya que la grasa infiltrada forma parte de la estructura de la mama.

Es posible retirar prótesis mamarias y hacer una lipotransferencia, pero hay que tener en cuenta que en el espacio donde estaban los implantes no podemos poner grasa, porque las células no cogen y mueren. Se puede trasplantar parte de la grasa en una primera intervención y completar con el resto en una segunda o incluso tercera. Es importante destacar que deberá haber suficiente grasa para obtener el mismo tamaño de las prótesis.

Este tipo de cirugía puede parcialmente afectar a la posibilidad de lactancia. Por lo general, sí se puede dar el pecho tras una intervención de reducción.

La sensibilidad del pezón puede verse reducida o parcialmente insensible. Aun así, en general, la sensibilidad aumenta o disminuye temporalmente, recuperando su estado normal progresivamente.

Normalmente se recomienda esperar entre 2 y 3 semanas para retomar el ejercicio físico, que deberá ser de forma suave y progresiva. No obstante, el médico marcará la pauta para volver a las rutinas cotidianas tras la intervención quirúrgica.

Las cicatrices tras este tipo de cirugía son más notables, después de una mastopexia, en comparación con un aumento de pecho. Según el tipo de cirugía realizada, quedarán cicatrices alrededor de la circunferencia de la areola. Continuarán en una línea por la parte inferior del seno y posteriormente se extenderán a ambos lados en el surco sub-mamario debajo del busto, en lo que se conoce como una cicatriz de ancla. Ocasionalmente una mastopexia podrá dar lugar a una cicatriz de piruleta que es sólo alrededor de la areola y luego hacia abajo de la parte inferior del busto. Otras cicatrices incluyen la forma de “Donut”, alrededor de la areola, y la “Creciente” que es una cicatriz justo en el arco superior de la areola. El cirujano te orientará sobre qué tipo de cicatriz tendrás, ya que depende de la cantidad de piel que se deba eliminar para elevar los pechos.