TOXINA BOTULÍNICA
TRATAMIENTO ANTIARRUGAS
La Toxina Botulínica se utiliza como tratamiento neuromodulador para reducir la aparición de líneas finas y las arrugas de expresión.
El tratamiento consiste en infiltrar el producto, mediante una aguja muy fina, en las zonas donde haya arrugas de expresión, como entrecejo, frente y patas de gallo. Una vez inyectado, relaja el músculo facial e impide que se contraiga y se forme la arruga.
Además de ser un tratamiento antiarrugas también se utiliza para otros propósitos, como por ejemplo, para controlar la sudoración excesiva o tratar la piel grasa y el acné. Se trata de un procedimiento mínimamente invasivo que se realiza de forma ambulatoria, sin requerir anestesia.
El procedimiento, realizado por un cirujano plástico experto, se aplica de forma rápida en cuestión de minutos. Sin embargo, los resultados no son inmediatos, sino que se empiezan a apreciar en un plazo aproximado de 3-5 días. Es importante que el paciente no toque ni masajee la zona tratada durante los primeros días.
Los resultados son temporales, duran entre 6 y 8 meses, y proporcionan una expresión natural y juventud al rostro. Pasado ese tiempo, la toxina es reabsorbida y eliminada de forma natural por nuestro organismo.
Una vez desaparecen los efectos de la Toxina Botulínica se recomienda realizar una segunda sesión y un mantenimiento anual.
PRECIO
PRECIO
DESDE 180€
DURACIÓN
DURACIÓN
5 MINUTOS
ANESTESIA
ANESTESIA
N/A
RESULTADOS
RESULTADOS
3-5 DÍAS
PRECIO
DESDE 180€
DURACIÓN
5 MINUTOS
ANESTESIA
N/A
RESULTADOS
3-5 DÍAS
ANTES Y DESPUÉS
La confianza de nuestros pacientes se extiende incluso después del tratamiento, cuando nos permiten compartir sus antes y después para que otras personas puedan ver nuestro trabajo. El único retoque de estas imágenes es el de la tinta de los tatuajes y los lunares de la piel, borrados para proteger la privacidad de nuestros pacientes.
Toxina Botulínica
Toxina Botulínica
Toxina Botulínica
PREGUNTAS FRECUENTES
El medicamento utilizado en este tratamiento bloquea la liberación de una sustancia llamada acetilcolina en los músculos faciales «dinámicos». Como resultado, reduce la actividad y la fuerza del músculo que provoca la formación de arrugas o pliegues de moderados a severos, o, en caso de exceso de sudor, de la glándula que lo produce.
El tratamiento con toxina botulínica reduce el uso de músculos «dinámicos» específicos que eventualmente conducen a líneas, pliegues y arrugas. Si el tratamiento se inicia lo suficientemente temprano, puede evitar que esas arrugas y líneas de expresión se desarrollen o que empeoren.
No es la edad lo que determina cuándo es adecuado empezar con este tratamiento antiarrugas, sino la gravedad de las mismas. Las arrugas aparecen a diferentes edades según cada persona, sus cambios celulares, la reducción del colágeno, factores genéticos o el daño causado por el sol. La FDA (Food and Drug Administration) ha aprobado este tratamiento para su uso en personas de 18 a 65 años.
No, el efecto de la toxina botulínica no es permanente. La fibra nerviosa reanuda su función completa sin sufrir daños en los 4 y 6 meses posteriores al tratamiento, devolviendo al músculo su completa normalidad.
Se realizará un análisis facial de cada paciente para determinar las áreas de tratamiento adecuadas, buscando siempre un equilibrio suavizar las arrugas y preservar una expresión facial natural. Tras esta primera valoración se procederá a realizar el tratamiento, que suele durar aproximadamente 10 minutos, dependiendo de las zonas a tratar.
La duración aproximada de los resultados es de 4 a 6 meses. No obstante, los efectos de la toxina botulínica durarán según cada paciente y algunos factores como fumar o la práctica de deporte. En función de los resultados obtenidos y los objetivos del paciente se planificará la siguiente sesión.
Se recomienda evitar tomar AINEs (medicamentos antiinflamatorios no esteroides) como ibuprofeno o aspirina, durante la semana previa a la realización del tratamiento. En caso de enfermedades neuromusculares, el médico determinará si se puede realizar el tratamiento.
No se debe tocar, manipular la zona tratada ni hacer cualquier tipo de deporte durante las 24- 48 horas después del procedimiento. También se desaconseja tumbarse o ponerse cascos muy apretados durante las primeras 5 horas. Además, será necesario usar protección solar (FPS 50+) si sale algún morado y evitar temperaturas altas durante las siguientes 48 horas.
Generalmente se utiliza para atenuar las arrugas y las líneas de expresión de la cara. No obstante, también se usa en casos de hiperhidrosis, migraña, espasmos musculares, sialorrea y para mejorar el cabello.
En 2004, la FDA aprobó la inyección de este medicamento como un tratamiento seguro y eficaz para la sudoración excesiva (hiperhidrosis) de las axilas, manos o pies.
Este tratamiento relaja los músculos faciales para evitar que se contraigan y creen arrugas (arrugas dinámicas). Por el contrario, los rellenos dérmicos con ácido hialurónico rellenan las arrugas existentes (arrugas estáticas), restaurando el volumen y dando lugar a una superficie más lisa. No obstante, con ambos tratamientos se potencian los efectos y, por tanto, se complementan muy bien.
El resultado se verá aproximadamente a partir del quinto día, produciendo el máximo efecto entre los 10 y 14 días posteriores. Ante un evento próximo es aconsejable programar una cita con tres semanas de antelación. Si aparece un pequeño hematoma generalmente dura de tres a siete días.
Es posible combinarlo siempre y cuando el médico de su aprobación. Si el paciente se somete a otros tratamientos de la misma zona es posible realizarlos antes del botox o aplazarlos 5 días.
Es un procedimiento prácticamente indoloro. El paciente normalmente siente pellizcos que provienen de la aguja que inyecta la toxina. No obstante, el grado de molestias dependerá de cada paciente; los más sensibles pueden aplicarse una crema anestésica tópica antes del tratamiento para aumentar su comodidad, aunque generalmente no es necesaria.
En los casos de hipertrofia del músculo buccinador o bruxismo, esta área de la cara se hace más marcada. Con 3-4 inyecciones de toxina botulínica se reduce la actividad del músculo, consiguiendo que la cara se afine sin alterar la funcionalidad de la boca.
Es recomendable esperar al menos 3 semanas desde el tratamiento neuromodulador. Si se esperan los tiempos adecuados no hay efectos secundarios ni riesgos de comprometer los resultados.
Si, este tratamiento reduce el encrespamiento. Esto es debido a una menor producción de sudor y, por lo tanto, una menor necesidad de lavado y una mayor duración de otros tratamientos como planchado o permanentes.
El tratamiento con toxina botulínica es eficaz en cualquier época del año.
Ocasionalmente puede aparecer dolor localizado, inflamación, sensibilidad, hinchazón, enrojecimiento o hematomas por la zona tratada. En situaciones poco frecuentes puede aparecer dolor de cabeza que remite con simples analgésicos. En general, ningún efecto secundario grave ni irreversible.
Este tratamiento es muy seguro cuando lo inyecta un médico experimentado. La principal complicación generalmente implica el debilitamiento involuntario de un músculo que no era un objetivo, a menudo porque el medicamento ha migrado. Si esto ocurre, a los pacientes se les pueden recetar medicamentos que pueden ayudar. De todas maneras, los efectos del tratamiento son reversibles.